lunes, 10 de diciembre de 2007

Desolación


Saben que no me gusta dar explicaciones, que siempre espero que me entiendan con lo poquito o mucho que doy. Hoy lo vi. Salí del trabajo y ahí estaba, fumándose un pucho con otro tipo. Estaba ahí. Y mi castillo de cristal volvió a morir en mil pedazos...


Bastó un chiflido en medio de las sombras, para que un energúmeno bebiera del cáliz de la idiotez, todo el néctar. Para ella, esa madrugada se detuvo en el tiempo: el reloj cesó su marcha y el cielo quedó para siempre iluminado por estrellas.
Ruido de pasos que andan de aquí para allá. Risas irreverentes, soberbia y más soberbia. Dos espejos rotos y catorce años de mala suerte, que serán muchos más: cada vez que ella vea su rostro reflejado en las claras y dóciles aguas, a su lado verá el de él; verá el lúgubre semblante de la injusticia divina, y se desangrará cual víscera. Pedirá auxilio con voz muda y todos harán oídos sordos a sus súplicas y tristemente encallará en silencio en ese puerto que sólo conocen las personas que navegan el mar de los vejados.

1 comentario:

Nosotros dijo...

que es lo que anda pasando?
se te hizo puto?
vos sabes que vamo´y lo matamo´
nada... como que sabes que te quiero mucho nu?
te dejo muchios muchios besos y muchios pero muchios abrazos, de esos que solamente con un buen amigo te podes dar...
dont worry... si algo aprendí es que, na en realidad no aprendi nada... simplemente no me gusta saber que la gente que quiero esta mal..
bechos
te quero muchio